“Éste es el día más importante de mi vida
simplemente porque estoy vivo. Es igual para todos nosotros porque estamos
vivos. La vida de un ser humano es demasiado corta...” Así comenzó Don Miguel Ruiz (autor del libro "Los Cuatro Acuerdos") su conferencia en
Miami el pasado 12 de junio, en la cual afortunadamente estuve presente.
Luego continuó diciendo, que trece años
atrás, despertó en la madrugada con un dolor intenso en el pecho, como médico,
sabía que se trataba de un ataque cardíaco. Y señaló algo muy importante que él
experimentó “… La sensación de muerte es un
evento de reflexión total…”.
Esto le ocurrió en febrero de 2012, como
consecuencia de ese infarto, estuvo nueve semanas en un coma inducido, luego de
salir del coma, sus médicos le dieron de un año a dos de vida, ya que su
corazón estaba trabajando sólo al 13% de su capacidad.
Así que, tenía un año para poner todo en
orden.
Finalmente no murió. Ocho años después le hicieron un trasplante de corazón.
En opinión de Don Miguel, en el momento
cercano a la muerte se presentan todas
las experiencias de la vida. Y
llamó mi atención el hecho que nos dijera a los presentes en la conferencia: “…la
historia de nuestra vida es irrelevante ya que era sólo es el punto de vista de la
persona…”
Él nos contó que se dio cuenta que había
creado un personaje de su propia historia. Y que eso es lo que todos los humanos hacemos,
creamos un personaje de nosotros mismos, un personaje que sólo es importante
para ti mismo y para nadie más. Creamos un mundo en nuestra mente.
Y así, la persona se convierte en el
artista que está creando su historia, el guion de su propia novela.
Nos dijo: “Ustedes también han creado la
historia de su vida. Y ese personaje es muy importante para ti, pero no
necesariamente para los demás. Tú creaste tu mundo, y lo creaste para
disfrutarlo o sufrirlo,
pero finalmente es tu creación, sólo tú eres responsable de tu felicidad ¿o no?. Puedes crear en tu vida un paraíso o un gran
drama”.
En ese momento cercano a su muerte Don
Miguel se dio cuenta de su propio personaje, de su creación y también se dio
cuenta que tenemos y creamos personajes
secundarios: nuestra pareja, nuestros hijos, la familia, los amigos. Y por
supuesto, también somos un personaje secundario en la historia de los demás.
Sin embargo, es fundamental entender que
nosotros no somos el personaje. Esto lo comprendemos en el
momento de la muerte. Somos un enigma. Creamos la historia de nuestra vida y
somos el personaje principal.
Y nos formuló esta pregunta clave: ¿Quién es
realmente el personaje?. ¿Te conoces?. ¿Sabes realmente quién eres?...
Prosiguió diciendo “...El cuerpo es el
vehículo…. Es sólo materia, tiene un inicio y un final. El personaje es
virtual… una historia…. Una creación…Tu creación. De esta manera “somos el
artista y somos la obra”.
En esa historia tienes una familia, una
casa, tus posesiones y tus propias creencias, las cuales defiendes.
Y la siguiente pregunta que hizo fue:
¿Cómo vamos a recrear (volver
a crear) a nuestro personaje?
¡Pero
todo es virtual, no es real!, dijo, lo descubres de una manera muy cruda
en el momento cercano a la muerte. Sin embargo, al morir no podemos llevarnos al
personaje. El espíritu es inmortal… lo que perece es tu identidad…LO QUE
REALMENTE MUERE ES TU CREACIÓN, TU PERSONAJE.
AL SABER ESTO SABEMOS QUE
TENEMOS MUY POCO TIEMPO PARA HACER LOS CAMBIOS QUE QUERAMOS A NUESTRO
PERSONAJE….
SEGUIR SUFRIENDO O SER
FELIZ.
¿Quieres hacer los cambios en tu vida que te
permitan lograr tus objetivos, tus metas y alcanzar tus sueños?
¿Quieres eliminar las creencias y
programaciones que has tenido hasta ahora y que te han impedido vivir la vida
tal y como quieres vivirla?
¿Quieres aumentar tu potencial?
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nivel de mayor bienestar, prosperidad y éxito?
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